Muchos rumores había en torno a la posible separación de Slipknot, posiblemente la banda de metal más popular de esta década. Incluso los miembros de la banda lo dejaron entrever. Después de hacer The Subliminal Verses, que consiguió reconciliar a la banda y dejar a un lado los egos personales, fueron de gira y después cada uno a lo suyo, hasta que llegara el momento en que se tuvieran que juntar de nuevo para grabar un nuevo álbum de la banda madre. Así nace All Hope Is Gone y escuchando semejante discazo cualquiera pensaría que la banda está pasando su mejor momento en cuanto a relaciones entre los componentes. Han recuperado las ganas de comerse el mundo con este nuevo trabajo, que seguro les hará pensarse lo de separarse cuando vean las reacciones de los fans cuando se toquen en directo canciones como "Gematria", el pelotazo inicial que será ideal para abrir los conciertos o "Vendetta", con esos coros que serán gritados a todo pulmón por todas las personas que se encuentren en el recinto. Se podría decir que el gran protagonista del disco es Corey Taylor, que se marca unos estribillos antológicos (caso de "Wherein Lies Continue" o"Sulfur") y juega con unas líneas vocales más propias de Stone Sour que de Slipknot (la terrorífica y atmosférica "Gehenma" O "Dead Memories"). Otro de los grandes protagonistas del álbum es el batería Joey Jordison, que hace un trabajo sobresaliente que le mantiene en el Olimpo de los baterías metaleros. Su trabajo es apreciable en todas las canciones del álbum, hasta en la intro. Otra cosa que me ha llamado la atención es que en cada nuevo álbum los guitarristas de la banda van logrando arreglos cada vez más técnicos, quedando patente el hecho en canciones como en el single "Psychosocial" (pedazo breakdown que se marcan) o en la homónima "All Hope Is Gone", que es uno de los temas más brutos de la carrera de la banda. Aunque como en caso de Joey y Corey, la técnica guitarrera se aprecia en todas las canciones. Yo destacaría entre todas las canciones del álbum "Snuff", una balada acústica que sorprende, no tanto como en su día sorprendieron "Circle" y "Vermilion 2", pero que supera a las dos. Atentos a la voz de Corey en esta canción, os aviso que más de uno vais a llorar. Aunque destacar destacan todas, la grandeza de esta banda no conoce límites. La producción del disco es de sobresaliente, a cargo de Dave Fortman, y en las mezclas finales se nota la mano del todopoderoso Colin Richadson. Slipknot han vuelto para quedarse con su álbum más variado hasta la fecha, y esta claro que en los escenarios van a dar más caña todavía, con ellos en el mundo la esperanza sera lo último que perdamos.
Nota: 8'7
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